Paisaje situado en
medio de una llanura, dejando admirar su hermosura, calidez, su luz con
esplendor, pasto y variedad de colores.
Allí se pueden admirar
las enormes nubes con su claridad husmeando el cielo concentrando la mirada a esta inmensidad
natural. Este paraíso se conforma de
unas montañas encadenadas que en la lejanía parecen achicarse, unas tan
verdes como una manzana a punto de comer, y otras en sepia como unas hojas caídas en otoño, unos árboles tan
altos y con un aroma sutil que de lejos se podrían saborear sus frutas frescas y
listas para comer, estas mismas dan pureza y a la vez me a leja de lo superficial,
más cerca de mí, puedo apreciar un
espacio abierto donde se podría explotar la ganadería o la crianza de caballos.
Estos autos que se ven
en movimiento deben estar interesados en comprar parte de algún terreno con el
fin de aprovechar esta hermosa tierra poniendo
una buena cantidad de animales.
Entre tanto mi
imaginación se echa a rodar y creo en mi mente la idea de estudiar más
detalladamente lo que en esta tierra se puede hacer, que provecho se le puede dar y que riesgos se
corren.
La ganancia que genera estar
en este lugar es muy gratificante a comparación de estar en cualquier otro. Ya
que puedo asumir que los sonidos la paz y la tranquilidad son como un canto a
mi oído
La naturaleza que tiene
Colombia es la riqueza de todos sus habitantes; su cultura su idiosincrasia,
sus costumbres, su manera de vestir, su acento, su comida, sus fiestas, este
paisaje además de admirarlo me habla de
una tierra llena de esperanza, empuje, tradición manos fuertes y trabajadoras,
rostros quemados por el sol y el viento llena de promesas para quienes la
trabajan, para quienes la cuidan.
Esta imagen aumenta y
disminuye figuras a lo largo y ancho de este territorio. Estando aquí me doy
cuenta que no hay lugar al que no se pueda llegar sin ver con admiración.
Estas nubes visualizan
un manto de algodón que representan diferentes formas transmitiéndome imágenes
de personas que comparten una caricia, o un momento de inspiración romántica,
también puedo ver un gato pidiendo que lo consientan, un caballo galopando,
puedo ver la forma del dios griego del viento soplando con su fuerte aliento en
remolinos ondulados las hojas de los arboles que suben estremeciéndose y
viajando por los aires hasta encontrar un indefinido lugar donde reposar y ser
parte del manto orgánico que cubre el planeta. Puedo ver en mi imaginación que
las noches deben ser iluminadas por las estrellas en el firmamento acompañadas
por el reflejo de la luna y adornadas con las luces de las luciérnagas en un
interminable y armonioso concierto de grillos que decoran el aire nocturno
hasta la madrugada donde le entregan la
inspiración a los pajarillos que trinan saludando el alba y los primeros rayos
del sol en una alegre, especial y agradecida melodía desencadenada mientras van
buscando como alimentar a sus polluelos, mientras otros van armando sus nidos
con hojas, ramas que consiguen disfrutando de la libertad que ofrece este
paisaje.
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